Hola, soy Ana
Tenía 8 años la primera vez que vi un avión. 10 cuando pensé por primera vez que quería ser azafata de vuelo de mayor y viajar por el mundo en esos cacharros. 14 la primera vez que me monté en uno. Y 21 cuando empecé a tenerles miedo. ¿Qué historia de amor más corta, no? Pues no, porque llegaron los esperados 35: los años en qué pensé en quitarme todos los miedos. Bienvenidos al desmadre de cumplir sueños.