Aunque no es de los destinos más populares de Colombia, lo cierto es que el paso por la capital es frecuentemente obligado, así que aquí vamos a ver los 10 mejores planes para hacer en Bogotá si realmente te apasiona vivir la ciudad como un verdadero autóctono.
Bogotá es una ciudad caótica, sobre todo a nivel transporte. Son casi 9 millones de habitantes y no dispone de metro, con lo que los desplazamientos y el jaleo diario de la capital es tedioso. No obstante, Bogotá tiene muchas cosas que ofrecer tanto al turista como al extranjero que, como yo, nos atrincheramos en sus faldas durante unos cuantos añitos.
Nada más aterrizar en Bogotá, por allá en el 2012, supe que tanto la ciudad como el país me iban a brindar grandes aventuras sobre una cultura, hasta ese momento para mí, desconocida. Y aunque tras cuatro años viviendo en Locombia aún tengo cierto recelo recordando la locura de la capital, debo reconocer que Bogotá me ha regalado los planes más exquisitos y las aventuras más espontáneas de toda mi estadía.
En este artículo voy a obviar planes puramente turísticos como los museos, excursiones o las salidas nocturnas a los locales de moda. Estos planes están dedicados a los verdaderos exploradores de la cultura, a los guerreros del asfalto, a los amantes de los rituales cosmopolitas. Bienvenidos al bullicio de La Nevera.
Los 10 mejores planes para hacer en Bogotá
En realidad, muchos de estos planes ocupan la agenda de ocio de los rolos, como se les conoce popularmente a los bogotanos. Se trata de un programa de actividades para presupuestos ajustados y de gran afluencia en su mayoría, donde se dan encuentro habitantes de cualquiera de los 6 estratos. Sí, así es, para bien o para mal, Bogotá se divide en clases sociales siendo el estrato 1 el de mayor pobreza y el 6 de mayor riqueza.
Aprovechemos entonces estos planes para mezclarnos.
Subir a Monserrate
Bogotá se encuentra a 2625 msnm y es la tercera capital sudamericana sita a mayor altura (después de Quito y La Paz). El cerro del Santuario de Monserrate es el más conocido de sus cerros orientales, tiene una altitud de 3152 msnm y tiene su origen junto al nacimiento de Bogotá, hace unos 500 años. Este Santuario es también conocido como Cerro de las Nieves, por los indígenas locales, los Muiscas, por su frecuente nubosidad.
Al cerro se puede subir por el camino peatonal, en teleférico o funicular, que cuesta unos 6000 pesos el trayecto (unos 1,40€). En su web se pueden consultar los horarios.
Los fines de semana, los capitalinos aprovechan para madrugar y hacer deporte en bicicleta o andando subiendo por el camino peatonal. Aunque reconozco que subir en funicular tiene su encanto. Aquí puedes ver el videoclip de Bomba Estéreo -uno de mis grupos colombianos favoritos- grabando Sintiendo subiendo en funicular al cerro.
Una vez arriba tienes las mejores vistas de Bogotá y un par de restaurantes y cafés donde tomar algo. Por supuesto, subir al anochecer, contemplar las luces de la enorme ciudad y calentarse con una aguapanela y quesito no podía faltar en los 10 mejores planes para hacer en Bogotá.
Ciclovía y Mercado de San Alejo
Este sí es el plan dominguero por excelencia. En la séptima, que es la avenida que va en paralelo a los cerros orientales, cortan el tráfico para que los rolos salgan a rodar en bici o en patín o simplemente correr. Desde las 7 am hasta las 2:00 pm en varias vías principales de la capital se lleva a cabo lo que se conoce como la Ciclovía.
En este horario puedes ir desde el norte de la ciudad hasta la Plaza Bolívar pedaleando o caminando sin el peligro del tráfico. Y es sobre la calle 24, a la altura de la Torre Colpatria, donde se encuentra este singular mercadillo en el que puedes encontrar de todo. Y con de todo quiero decir de todo. Conviven puestos de antigüedades, reliquias, discos, bolsos, chapas, calzado, artesanía, ropa e incluso puestos de comida y jugos.
En frente, tienes un pasaje donde se ubica un mercado artesanal más pequeño. Si te apasiona la artesanía, la tela, los ponchos o los bolsos wayú, no dejes de visitarlo, aunque no es el lugar más económico para hacerte con uno. Para ello, te recomiendo que visites el Pasaje Rivas, donde encontrarás bolsos, muebles y hamacas al mejor precio.
Tour y empanaditas en La Candelaria
Si empalmamos la Ciclovía con la hora del almuerzo, podemos seguir caminando hasta el centro. Allí, nos regodearemos ante el conocido septimazo, es el final de la séptima llegando al epicentro de la capital: la Plaza Bolivar. Esta zona, perennemente peatonal, está llena de comerciantes, top mantas, e improvisaciones callejeras de artistas. ¿Quién no ha visto al Michael Jackson Rolo alguna vez actuar allí?
Seguimos y llegamos a La Candelaria, el barrio colonial por excelencia y donde precisamente se fundó la ciudad, un 6 de agosto de 1538. Es un barrio cada vez más multicultural por el reciente asentamiento de extranjeros. Sus calles empedradas, el arte urbano de sus paredes, y la creciente ola de locales y hostels modernos favorecen un incansable dinamismo en esta genuina zona.
Aquí el plan es pasear por sus calles coloniales y colarnos en algún local a tomarnos esas empanaditas de tres por mil, que ya seguramente hayan subido de precio.
Tomar chicha en el chorro
La plazoleta del Chorro de Quevedo es el corazón de La Candelaria. Es un lugar colorido y encantador donde transitan personajes únicos y auténticos en un vaivén que no te puedes perder.
El plan típico es comprar una botella de chicha y sentarse en el suelo, en corro, a divagar en conversaciones y deleitarse con la mágica atmósfera del chorro. La chicha, como algunos sabréis, es una bebida preparada principalmente de la fermentación no destilada del maíz y otros cereales que tiene aproximadamente un 9% de alcohol.
En una tienda de triste aspecto,una cajera que es toda dicha, a todos brinda con grande anhelo,doradas copas…de fuerte chicha.
Según el país, la preparación cambia, pero es una bebida común barata e históricamente ligada a los jornaleros y a las festividades, sobre la que hay por cierto muchas canciones dedicadas. Así que, si eres de los que disfruta de la vida contemplativa y te apasiona el folclore popular, debes de apuntarte al plan de Chicha en el Chorro.
Mercado Las Pulgas en Usaquén
Otro de los mercadillos estrella de los domingos, aunque en esta zona encuentras actividad cualquier día de la semana. Este mercadillo es un poco más elitista, tanto la zona como los productos que puedes encontrar son algo más exclusivos, pero aún así es un paseo que merece mucho la pena.
También en la plaza principal puedes encontrar diversas actuaciones musicales o incluso cuenteros. Encontrarás diversos puestos de artesanía, manualidades, ropa, accesorios, todo muy vanguardista y moderno, y comidas caseras y jugos. Sorprenderá al que llega por primera vez, ver numerosos productos elaborados con hoja de coca, como infusiones, jabones etc. que tienen múltiples propiedades.
Parque Simón Bolívar
Considerado el pulmón de la ciudad por su estratégica ubicación en el corazón de Bogotá y por su amplia extensión y vegetación, el Parque Simón Bolívar escribe la historia de la capital junto a sus convecinos.
Uno de sus principales atractivos es el lago, que cuenta con 10 hectáreas y posee una profundidad de hasta 12 metros. En él se realizan muestras acuáticas y competencias deportivas.
Además, cuenta con distintas zonas deportivas, de ocio y entretenimiento, áreas para niños, piscinas, biblioteca, jardín botánico e inclus parque de atracciones – Salitre Mágico.
Mercado de Paloquemao
Aunque a simple vista el Mercado de Paloquemao pueda percibirse como un mercado de abastos común y corriente, la experiencia de recorrer sus pasillos es digna de incluirla en los 10 mejores planes para hacer en Bogotá. Es un mercado local, el más grande y por lo tanto importante de la capital, donde la gastronomía local y popular se da encuentro en un caledoiscopio de colores, olores y sabores que hipnotiza a cualquier visitante.
Pan de bono, tamales tolimenses y santandereanos, pan de yuca, almojábanas, pan de queso, arepa de choclo, boyacense, buñuelos, achiras, lechonas y un sinfín de frutas éxoticas que nunca terminarás de conocer ni aunque vivas 20 años en Colombia. En este mercado, además, puedes encontrar las especialidades de cada región, degustarlas y comprarlas. El colombiano además es muy amable y sociable por lo que se presta para aclararte todas las dudas sobre la procedencia, historia y elaboración de cada alimento.
Prepárate para mezclarte en un ambiente puramente local donde los en qué le puedo colaborar, a la orden y se le tiene protagonizan una ajetreada escena que enamora a cualquiera que pise este singular mercado.
Piérdete por San Victorino y San Andresito
Ambos barrios se encuentran en el centro, abajo de la séptima y son barrios donde puedes encontrar de todo, literalmente de todo.
San Victorino queda entre la Jimenez y la Caracas y se extiende a lo largo de unas pocas cuadras. Como en toda aglomeración, debes tener cuidado con tu bolso y pertenencias porque es un ajetreo que se presta al despiste. San Victorino es un barrio ideal para comprar barato todo lo que se te ocurra. De hecho, ahí era el único lugar, por allá en 2013, donde encontraba tabaco de liar. Pulseras, collares, bolsos, ropa, bisutería, zapatillas de imitaciones, ropa deportiva, menaje para el hogar… Todo lo que se te ocurra, lo encuentras, y a muy buen precio. Eso sí, prepárate para regatear y que te den coba.
En San Andresito queda un poco más al sur, por la misma calle 13 y a partir de la carrera 19 se extiende todo un barrio de pequeños comercios donde los bogotanos van a comprar mayormente trago (bebidas alcohólicas). El sistema de aduanas y aranceles en Colombia, hacen que ciertas marcas de bebidas espirituosas suban considerablemente su precio, siendo inaccesible para muchos jóvenes. Así que en este barrio el comercio de contrabando está a la orden del día y consigues precios muy asequibles tanto en bebidas como en comida, ropa, etc.
Te recomiendo, si vas a comprar alcohol en este sector, que vayas con algún local que conozca al comerciante, ya que se han dado casos de estafas como adulteración de la bebida.
Una tarde de Tejo y pola
No iba a olvidarme de incluir en estos 10 mejores planes para hacer en Bogotá del deporte insignia de Colombia: El Tejo. Una especie de petanca pero con petardeo. El Tejo es cultura, es un ritual donde más allá de ganar, busca reunir familias y amigos alrededor de una cancha mientras se bebe pola (cerveza) y se escucha música a todo volumen. Puro folclore. Este juego consiste en lanzar el tejo (una especie de disco metálico) desde una cancha a otra, con el objetivo de enterrarlo dentro del bocín y reventar una mecha o en su defecto, enterrarlo lo más cerca posible a este.
En Bogotá encuentras varios locales donde poder jugar a Tejo y comprar petates de cerveza. Así que si te pilla una tarde de lluvia, aprovéchala disfrutando de un buen parche de Tejo y unas polas.
Plaza de Lourdes y sus cuenteros
La Plaza Lourdes, es otro de mis lugares favoritos en Bogotá. Es un epicentro comercial en el barrio de Chapinero y a su alrededor se despliegan tiendas, comerciantes, puestos, manteros, bares, discotecas e incluso afters.
Está presidida por la majestuosa Basílica Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, siendo el segundo templo más grande de Bogotá después de la catedral.
Esta plaza tiene un encanto especial ya que hace las veces de escenario de expresiones artísticas y culturales como el teatro callejero, los mimos y los famosos cuenteros. Es habitual, al caer la noche -en Bogotá anochece todos los días del año entre las 18-18:30 horas- asomarse a esta plaza y encontrar algún corrillo de gente disfrutando de la narración oral.
¿Qué te parecen estos 10 mejores planes para hacer en Bogotá? ¿Echas de menos algún plan capitalino? Déjame tus comentarios.